viernes, octubre 09, 2009

9; El apocalipsis llega a la animación


Normalmente suele dar mejores resultados adaptar al cine un relato corto que una larga novela. Tiene su explicación; las películas deben explicar toda su historia en una sola sesión y, cuanto más larga sea, más posibilidades tiene de que el espectador se desconecte ya que es muy difícil conseguir que éste mantenga el mismo nivel de atención durante todo el film y no vaya perdiendo atención poco a poco.
Los relatos cortos tienen pocos personajes y no profundizan en exceso en ellos, en sus pasados o en cualquier otra cosa que no sea estrictamente necesaria para la historia que se explica. Además no abundan las subtramas y suelen ir al grano porque la historia principal es la base y su desenlace casi siempre el punto fuerte.
Todas esas características los convierten en material ideal para adaptarlos al cine sin correr un alto riesgo de defraudar a los lectores, de dejar fuera de la película partes fundamentales del texto o incluso personajes enteros, como sí suele ocurrir con las adaptaciones de novelas.
¿Pero qué ocurre cuando lo que se adapta es un cortometraje? Bueno, para empezar que usar el término “adaptar” ni siquiera sería correcto puesto que el material de base ya está en el formato correcto; el cinematográfico. Así pues lo que se hace cuando se parte de un cortometraje no es sino inflarlo, añadir material a la historia normalmente en forma de subtramas innecesarias, personajes adicionales con las que llenar dichas subtramas y planos suplementarios con los que alargar las entradas y salidas de las escenas de la trama principal.
Esto es lo que ocurre con 9. A pesar de su escasa duración, la película de animación producida por Tim Burton entre otros, no escapa a su origen de cortometraje multipremiado y, como tal, adolece de todos los males anteriormente expuestos.
Si no se conoce el cortometraje es muy fácil caer encandilado con los originales personajes que protagonizan la historia e incluso con la premisa argumental de la misma pero, una vez se supera el encantamiento inicial, la historia es demasiado sencilla como para poder sacar de ella mucho jugo. Fantásticas escenas de lucha entre sus protagonistas y las criaturas que los amenazan, planos aéreos y secuencias retrospectivas que con un inteligente cambio en el tipo de animación complementan un producto disfrutable pero de escaso empaque.

“9” comieza cuando un diminuto muñeco de trapo con un interior lleno de engranajes y el número 9 escrito en la espalda despierta de repente en el taller de un hombre que yace muerto en el suelo. Asustado correrá fuera de allí para descubrir un mundo destruído y devastado en el que no tardará en encontrar a un reducido grupo de personajes cuyo aspecto es similar al suyo pero con otros números escritos en su cuerpo. 9 entenderá entonces que forma parte de algo, que fue creado con una intención concreta y que debe, junto a sus nuevos amigos, completar su destino aunque ello signifique poner en peligro su vida y la de ellos al enfrentarse a las terribles máquinas que acabaron con la humanidad. Las tramas apocalípticas también han llegado a la animación.

Acostumbrados como nos tienen a maravillas como la reciente “Up”, por mencionar una, “9” queda como una película mediocre cuya espectacularidad y diseño de personajes son sus mejores bazas. Lástima que al servicio de una historia que debía haber dado para mucho más.

1 comentario:

dude dijo...

No estoy deacuerdo. El ritmo se mantiene, y la historia se desarroya, con el tiempo justo y necesario.
El corto se queda "corto" y esta, satisface.

Salu2