jueves, abril 17, 2008

Uwe Boll no es nuestro Ed Wood

No tengo por costumbre utilizar el copy-paste en esta casa pero, después de haber oído y leído la noticia creo que es mejor citar literalmente la fuente que relatar lo dicho. Ahí va:

Uwe Boll pide firmas de apoyo contra la propuesta de que no dirija más películas
Afirmó que se marcharía del mundo del cine si se recaudaban un millón de firmas



EFE
LOS ÁNGELES (EEUU).- El director de cine Uwe Boll ha reaccionado a las más de 150.000 firmas en Internet en contra de que siga dirigiendo películas y pidió rúbricas a su favor. Además, tuvo tiempo para insultar a otros realizadores de Hollywood desde su porsición de "único genio en este jodido negocio".

En un vídeo publicado en la página web de su próximo filme, 'Postal', el realizador alemán aparece explicando los motivos de su comparecencia, apenas unos días después de que dijera que dejaría de dirigir películas si alguien recababa un millón de firmas para apoyar la propuesta de que no esté más detrás de las cámaras.

Ahora, al probar la buena acogida que tuvo el reto, ha decidido contraatacar. "Espero otro millón de firmas a mi favor", dijo Boll. "Espero que alguien ahí fuera la haga (la petición) y que todos la firmen".

Después de esa pequeña explicación, el director no duda en atacar sin piedad a otros compañeros suyos de la industria del entretenimiento, a quienes considera que realizan una labor "de mierda". "Miren, no soy un jodido retrasado como Michael Bay y otras personas involucradas en el negocio, o como Eli Roth, que hace las mismas películas de mierda una y otra vez", afirmó el director.

"Si realmente se fijan en mis películas, verán mi verdadero genio", agregó Boll, que no dejó pasar la ocasión para publicitar su próximo trabajo: "Si van a ver el 23 de mayo 'Postal' comprobarán que ofrezco una película que nadie ha entregado en los últimos diez años".

Boll, dos veces candidato al Razzie (el anti-Óscar) como peor director, por 'Alone in the Dark' y 'BloodRayne', consideró que 'Postal' es "mucho mejor que toda esa mierda de crítica social de George Clooney que llega a los cines cada fin de semana".

"Debéis despertar y ver lo que soy en realidad. El único genio en todo este jodido negocio. Adiós", concluyó.


Así que ya lo sabeis. Acabemos de una vez con este tipejo que, no solo es uno de los peores directores de la historia del cine que está arruinando adaptaciones de juegos que podrían dar mucho de si, sino que además se ha revelado como un faltón y un fanfarrón que no merece más que mi desprecio.

Si quieres añadir tu firma para que deje de rodar películas pincha aquí.

viernes, abril 11, 2008

Valorar el cine aunque no nos guste


Hace mucho tiempo que quería escribir una entrada como ésta. Y ahora que ya lo he hecho, viendo el resultado, no es que me sienta del todo satisfecho pero probablemente, para quedar en paz conmigo mismo, debería llenar varias hojas y seguramente nadie se aventuraría a leerlo.
El por qué me he decidido finalmente quizá haya venido provocado por haber mencionado en mi post anterior a Michael Moore, lo cual me ha hecho recordar los dias de Farenheit 9/11. No lo se. En cualquier caso allá va:

Es buena. Es mala. Me ha gustado. No me ha gustado. Le doy cinco estrellas. Le doy una bolita. Es una obra maestra. Es un bodrio infumable. Es buenísima. Es una puta mierda. Etc.
Todas estas expresiones y muchísimas más se utilizan para valorar la calidad de una película. Sin embargo, no todas son válidas. Lamentablemente en esto del cine se tiende a confundir lo que nos gusta o lo que no nos gusta con lo que es bueno o malo, algo que no se hace en ningún otro orden de la vida. A mí, por ejemplo, los vehículos que fabrica la marca Mercedes no me gustan especialmente pero, no puedo negar que son buenos coches. Coches de calidad. Cualquier experto en motor me lo diría.
Calificar las películas como buenas o malas según si nos han gustado o no es pasarse por el arco del triunfo todos los criterios de calidad que seguiríamos al analizar cualquier otro producto. Pongamos por caso alguien a quien no le gusten las películas de terror. Automáticamente consideraría malas cientos de películas entre las que se incluyen algunas auténticas joyas del séptimo arte (El exorcista, El resplandor,…). Más aún, pensemos en alguien a quien no le guste ver violencia en el cine, o alguien a quien solo le gusten las comedias románticas…
El gusto es subjetivo pero no tiene nada que ver con la calidad de un film que puede medirse de una forma objetiva como un todo, pero también como la suma de sus partes. No admito discusión en esto y no me sirve lo de recurrir a que “estamos hablando de arte”. No. No todo el cine es arte ni pretende serlo. De la misma manera que no todo lo que se escribe es literatura ni lo pretende.
Gran parte del problema de valoración la tienen también los premios que, mal que me pese, muchas veces no responden a criterios puramente cinematográficos sino al momento político o social que se vive en el mundo en el momento en que se celebra el certamen en cuestión. Esto es especialmente apreciable en los festivales no especializados. ¡Cuántas veces ha pasado que una película que gana chorrocientos premios es después olvidada mientras que, las grandes perdedoras de ese mismo año perduran en el tiempo!
Ejemplos: Fahrenheit 9/11 no es una buena película. No aporta nada nuevo al lenguaje cinematográfico ni utiliza sus recursos con gran habilidad ni es un derroche de estilo. Ni siquiera es un buen documental. Es tendencioso, panfletario y sensacionalista. Sin embargo, a mí y a mucha gente nos gusta y además ganó en Cannes, probablemente el certamen cinematográfico de mayor prestigio en todo el mundo. Los motivos de esta victoria y del por qué mucha gente la considera una buena película son obvios: atacaba directamente a Bush, un personaje al que medio mundo odia.
Esta misma reflexión podría hacerse sobre Una verdad incómoda.
Pero no nos detengamos en los documentales. Vayamos a por una película y además una película nuestra: Mar adentro.
Premiada, taquillazo, tenida por lo que en España se puede considerar buen cine y comprometido. Pero en el fondo, no es una buena película. En realidad, probablemente sea la peor película que ha dirigido Alejandro Amenábar. Carece del nervio y del riesgo de sus anteriores producciones. Su planificación se reduce a plano y contraplano en conversaciones interminables que pretenden ser trascendentes, apoyadas en los poemas en off del protagonista y en una música que no deja de subrayar cada escena con grandilocuencia, como si se nos estuviera explicando la mayor tragedia jamás contada. No obstante, como indicaba antes, una película no es solo un todo sino también la suma de sus partes y, Mar adentro, tiene también sus virtudes; los actores están estupendos (aunque como dijo Gasset, lo del acento gallego de Bardem era un poco ridículo). Probablemente funcionaría mejor como obra de teatro que como cine.
Es precisamente esa valoración por partes lo que nos permite leer el cine a distintos niveles y llegar a concluir que, films como 30 dias de oscuridad, lejos de ser una obra maestra, sí contienen momentos de buena realización, por ejemplo. Y no necesitan tratar de ninguna cuestión social trascendental ni de hacer crítica expresa al momento político actual para ser valorada en justicia. En justicia cinematográfica. En montaje, en puesta en escena, en interpretación, en uso de la luz, en planificación,…
Otro gran error a la hora de valorar una película es hacer hincapié únicamente en la historia que se nos narra.
La historia es tan solo una parte más. Una parte de una parte (el guión).
Pensemos en otro film de éxito; Matrix. A muchos de sus fans les pareció original la historia pero, en realidad, la historia es lo menos original de la película; trama mesiánica (lo del elegido redentor está ya en la Biblia además de en mil películas como puedan ser Dune, Mad Max más allá de la cúpula del trueno, etc), relación discípulo-maestro (que sin ir más lejos lo tienes en Star Wars, en El nombre de la rosa y en mil películas más), chico conoce chica (sin comentarios) y el bien contra el mal (aquí los hombres contra las máquinas, que tampoco tiene nada de original y sino que le pregunten a Kubrick o a James Cameron).
Lo que vende Matrix, lo que la convierte en una película fundamental del cine moderno (de la postmodernidad, en realidad) es su uso de los recursos cinematográficos, entre ellos el haber utilizado una nueva y prodigiosa forma de rodar escenas de acción y lucha (el ya célebre bullet-time) así como el uso del color para distinguir realidad de realidad virtual, el ritmo, el montaje, la ingeniería de sonido,…
La historia es tan solo una parte más.
Si cuando vamos al cine solo nos interesa la historia es que no hemos evolucionado mucho desde que oíamos a nuestra mamá cuando nos contaba un cuento para dormirnos.
O quizá sea que en realidad no nos gusta el cine.
Tan solo ver películas.

domingo, abril 06, 2008

Muerte de cuatro genios

Hace pocos años, cuando estaba en radio, me sorprendió al regreso de unas vacaciones la muerte del músico y compositor Michael Kamen. Recuerdo que en aquel momento sentí una extraña mezcla de sensaciones; por un lado tristeza y por otro una especie de rabia. Ello se debió a que me había enterado de la noticia bastantes dias después de que sucediera debido a la escasa trascendencia que, para los medios generalistas, tenía este personaje.
El pasado mes de marzo he estado de vacaciones y, a mi regreso, me he enterado de la muerte de tres genios, al que hay que sumarle la muerte de Charlton Heston ayer. Debido precisamente a que no estuve en mi casa y que desconecto bastante cuando voy de vacaciones, ignoro si la noticia de los otros tres fallecimientos ha sido sonada o no, pero en cualquier caso me gustaría tener aquí un pequeño recuerdo para cada uno de ellos.
En primer lugar, Anthony Mingella. El director y productor que se hallaba detrás de clásicos modernos como son "El talento de Mr. Ripley" y, sobretodo "El paciente inglés". Un director de corte clásico que recuperó para mi generación el aroma de los dramas eternos al estilo "Memorias de Africa".
En segundo lugar Rafael Azcona. Un grande de nuestro cine. Un guionista en cuyo currículo figuran tantas y tan buenas películas que parece mentira que todo surgiera de la pluma de un solo hombre. Desde "El verdugo" hasta "Belle Epoque". Su vida es la historia del cine español.
En tercer lugar, y la más sentida para mí, la del escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke. El hombre tras "2001 una odisea del espacio" y con cuya muerte nos quedamos ya prácticamente huérfanos todos los amantes de la literatura ci-fi. Sin Frank Herbert, sin Philip K. Dick, Asimov y a hora sin Arthur C. Clarke tan solo nos queda Bradbury de aquella fantástica generación de escritores del futuro y lo extraterrestre.
Desconozco si la muerte de Clarke dará un impulso o enterrará definitivamente la idea de David Fincher de adaptar su novela "Cita con Rama"; un proyecto del que lleva hablándose demasiado tiempo.
Y, como decía al principio, aquí debería terminar esta entrada pero, lamentablemente, la parca se nos ha llevado a otro grande: Charlton Heston.
Por desgracia mucha gente joven recordará a este estupendo actor por su aparición en "Bowling for Columbine" y su defensa de la enmienda americana que otorga el derecho a poseer armas a sus ciudadanos. Sin embargo, y más allá de su postura política, Heston forma parte de la historia del cine moderno gracias a interpretaciones inolvidables en películas de toda índole. Desde "Los diez mandamientos" hasta "El planeta de los simios" pasando por "El ultimo hombre vivo", "El cid", "Sed de mal", "Ben Hur", "Cuando el destino nos alcance" y hasta "En la boca del miedo".
En la famosa película de Michael Moore se recogía un corte de Heston blandiendo un rifle y citando al presidente Abraham Lincoln cuando dijo que solo se lo arrebatarían de sus frías manos muertas. Todos los que encontraron en él al malo de la película supongo que estarán contentos.