jueves, diciembre 20, 2007

Hazañas bélicas... como las de antes.


El otro dia pasaron en uno de esos canáles de pago una película que ya casi podría considerarse del Mundo Viejuno: "El desafio de las águilas".
Recuerdo que, reencontarme con esta película, así de forma inesperada, me hizo pensar en esa frase tan manida de "ya no se hacen películas como ésta" pero, es que en esta ocasión la frase no puede ser más cierta. Realmente no se hacen ya películas como ésta.
Desde que tuvo lugar la guerra de Vietnam y desembarcaron en el cine directores como Coppola u Oliver Stone, nadie parece capaz de tomarse una guerra "a broma".
Vamos a ver, me explico. Hace años, cuando se rodaban películas como "El desafio de las águilas", era perfectamente posible montar un guión sobre un grupo de soldados americanos que tienen que realizar una incursión de alto riesgo en una fortaleza alemana. La historia no utilizaría este argumento como excusa para hablarnos de lo dura que es la guerra o de las penurias de los soldados. Sencillamente usaría el escenario bélico para desarrollar una película de aventuras. A eso me refiero yo con hazañas bélicas.
Ahora, si se habla sobre películas sobre Vietnam se distingue claramente entre las buenas (Apocalipse now, Platoon, El cazador,...) y las malas (casi todas las demás que tratan de supermachos que liquidan "charlies" a cascoporro). Y si hablamos de la guerra(s) de Irak pues ya es el acabose. Todas las películas tienen que tratar de lo duro que es el desierto, de como la instrucción despersonaliza a los soldados, de como la guerra embrutece a los pobres e inocentes chicos, de las atrocidades que se cometen contra los civiles...
¡Pero hombre! Que también se puede hacer entretenimiento a la antigua usanza, ¿no?
Ejemplos: un grupo de soldados deciden pasar del frente para hacerse con los lingotes de oro que se guardan en el banco de un pueblo cércano (Los violentos de Kelly); los prisioneros de un campo de ídem alemán aceptan jugar un partido de fútbol lo cúal les valdrá de excusa para intentar la fuga (Evasión o victoria); destruir un fortín donde se cobijan dos poderosos cañones será la misión para un grupo de valientes soldados (Los cañones de Navarone).
En fin, que hoy no se plantean historias de este tipo porque nadie puede mencionar una guerra en Hollywood (y aquí ni digamos) sin que se enarbole la bandera del pacifismo y demás. ¡Que sí! Que está muy bien... ¡pero que se pueden hacer películas como aquellas también, copón!
El mismo Stanley Kubrick antes de emprender el rodaje de "La chaqueta metálica" comentó al estudio que tenía intención de filmar una película bélica. Entonces le dijeron que ya lo había hecho, recordándole "Senderos de gloria", a lo que él repuso: "No, esa no vale. Dicen que es antibélica".
La verdad es que "La chaqueta metálica" también lo es, y supongo que en gran medida todas las películas bélicas lo son, o deberían serlo. Lo único que pido es que dicho mensaje quede en un segundo plano. Vidoejuegos como "Commandos" bebía precisamente de aquellas películas y fue un éxito rotundo en el que nadie se planteaba demasiado si la acción se ambientaba en una trágica guerra que tuvo lugar realmente.
Godard dijo una vez: "un travellin es una cuestión moral".
Pero Godard no está aquí y este es mi blog, carajo.

lunes, diciembre 17, 2007

PELÍCULAS DESAPERCIBIDAS


Cuentan que cuando se rodaba "Parque Jurásico", el encargado de efectos especiales que habían contratado, y que era un aventajado discípulo de las técnicas del mítico Ray Harryhausen, pronunció la siguiente frase: "Creo que me he extinguido".
Dijo ésto cuando pudo ver la prueba que el equipo de efectos especiales alternativo, que trabajaba paralelamente en la posibilidad de animar por ordenador a los dinosaurios en lugar de utilizar muñecos, había preparado para Spielberg. El asombro que le provocó el realismo de aquellos FX le dejó estupefacto y supo que sus dias como técnico de efectos estaban contados.
Desde entonces hasta ahora, el mundo de los efectos especiales ha quedado tan ligado a la infografía que incluso en televisión podemos ver series donde se lucen efectos que ya quisieran para si películas de gran prespuesto de hace quince o veinte años.
Sin embargo, esta democratización de los efectos especiales que ha propiciado la utilización de la infografía, también ha hecho que dichos efectos se banalicen, provocando que su tirón en taquilla sea menos definitorio; ahora, cuesta mucho más asombrar al público de esta manera y se busca más el que, dichos efectos, estén al servicio de una historia interesante, lo cual tal vez explique el éxito de la trilogía de "El señor de los anillos" y el fracaso (relativo) de la nueva trilogía de "La guerra de las galaxias".
Y es probable que también explique por qué algunas películas que destacaban precisamente por sus efectos han pasado totalmente desapercibidas durante los últimos años, pasadas por alto a ojos de distribuidores y de exhibidores. Es el caso de "Equilibrium", "Avalon" e "Immortel", por ejemplo.
Tal vez no encontraron su momento, o aparecieron cuando la cartelera rebosaba de productos de índole similar. Sea cual fuera la causa, las tres son películas que destacan, entre otras cosas, por sus efectos especiales y que resultarán de interés para aquellos a los que les guste ver la magia del ordenador al servicio de una película.
No son obras maestras, pero tampoco merecieron pasar desapercibidas.

Trailers:

Equilibrium

Avalon
Immortel

martes, diciembre 11, 2007

Bucear en una piscina de mierda


Aficionarse, o mejor dicho, AFICIONARSE (así con mayúsculas) al cine fantástico, es lo más parecido que uno puede hacer a bucear en una piscina de mierda.
Cada mes caen dos o tres títulos nuevos en el videoclub o en las tiendas de DVDs con nuevas propuestas cinematográficas de esta índole. Pero, ¿cómo distinguir la purria y la basura de las buenas películas? Alguien dirá que bastará con leerse la sinopsis... Yo digo que no. Existen fantásticas películas de cine fantástico, valga la redundancia, cuyo argumento o trama principal no es precisamente el cúlmen de la originalidad (Vampiros, de John Carpenter por ejemplo). Otros puede que crean que la mejor manera de no fallar es fijarse en sus intérpretes. Ciertamente no lo creo. La verdad es que el mayor bodrio que he visto en mi vida contaba nada más y nada menos que con Jeremy Irons, un actor de probado talento y de enorme reputación. Así pues, ¿qué nos queda? El director. Sí, el director no puede fallarnos. En cine fantástico Spielberg, Dante, Zemeckis, Carpenter, Balagueró,... nunca nos defraudan... ¿o sí?
Todo esto viene a cuenta de la última película que vi este fin de semana en casa y cuyo título, a priori, no prometía nada bueno "Mortuary". Por supuesto no se había estrenado en cines (al menos en España) y su única baza, ya que los actores eran desconocidos, estaba en su director; nada menos que Tobe Hooper.
Estoy seguro de que todos sabeis quien es Tobe Hooper pero por si acaso, os comento que fue el director que asombró a propios y extraños con su opera prima: La matanza de Texas. Tanto fue así, que de la noche a la mañana pasó a convertirse en el receptáculo de proyectos de cine fantástico tan interesantes como "Lifeforce" o "Poltergeist". Lo extraño del caso fue que ninguna de esas películas acabó de encumbrarle (de hecho se cuenta que el rodaje de Poltergeist sufrió tantas injerencias de su productor ejecutivo, Steven Spielberg, que en realidad la película está dirigida por él) sino que, al contrario, acabaron convirtiéndole en un director de películas de serie B (léase aquí con carácter peyorativo) cuya carrera es sólo seguida por gente como yo. O al menos así era hasta el domingo pasado, fecha en la que como ya comentaba, vi su última aportación al género. Una película, supuestamente de terror, que en lugar de parida por la mente del creador de Leatherface, parece más propia de R.L. Stine, el autor de la colección de novelas para niños llamada "Pesadillas". Después de "La masacre de Toolbox" y de ésta última, "Mortuary", creo que debería dejar de considerársele un 'Master of horror' y dar por hecho que "La matanza de Texas" fue un éxito fortuito, accidental e irrepetible.
No hace falta que haga una crítica detallada sobre la película; si ser aficionado al cine fantástico es como bucear en una piscina de mierda, el domingo pasado batí el record de apnea.

martes, diciembre 04, 2007

¿A quién le deje aquella película? ¿Y por qué tengo ésta dos veces?

En estos tiempos de internet, descargas y compras compulsivas, quien más y quien menos atesora en su casa un buen montón de DVDs y CDs con películas, música, juegos, etc...
Desconozco el caso partícular de cada uno de ustedes pero a mi las películas se me acumulan, sobretodo las originales. Y además como soy generoso no dudo en dejarlas por ahí a todo aquel que me solicita alguna. El resultado es que al final pierdo la cuenta de quién tiene qué y es muy probable que haya perdido alguna de esta manera. También me ha pasado juntarme con dos copias de la misma película en casa, al haber comprado por segunda vez un DVD que ya tenía.
En definitiva, un descontrol.
Por eso, no puedo sino agradecer a mi hermanito que haya localizado en internet un programa gratuito la mar de útil para mi y supongo que para mucha gente. A lo mejor, muchos de ustedes ya lo conocen y puede que sean incluso usuarios del mismo desde hace tiempo.
Bueno, en cualquier caso yo dejo aquí la dirección del mismo y lo recomiendo encarecidamente a aquellos que no dispongan de él y tengan el mismo problema que yo. No les aburriré con las prestaciones del programa, se explica todo en detalle en la página del mismo. Baste con decir que es un magnífico catalogador cuya principal ventaja sobre cualquier otro reside en la facilidad en que se introducen en él las películas que tenemos.
Espero que les sea útil. Y ahora, a catalogar, a catalogar y a catalogar.

domingo, diciembre 02, 2007

Mi primera vez; un ejercicio de nostalgia

Ahora que mi primogénita pasa ya los tres meses de vida parece que ha descubierto la televisión. Tiene juguetes, tiene móviles (ositos de esos que dan vueltas, por si acaso alguien se ha confundido), un gimnasio, un columpio y demás cacharrería, pero desde que ha visto gente moviéndose en la "caja tonta" no hace más que quedarse pasmada observando la pantalla. No importa que intentes atraer su atención. Aunque esté de espaldas a la tele, se esfuerza por volver su mirada hacia ella.
Todo ello me ha hecho pensar en si a mi me sucedió igual, en si es normal. Si todos los niños nos vimos atraídos de semejante forma hacia nuestro televisor (en mi época mucho menos vistoso, pues era en blanco y negro).
También me ha hecho recordar la primera vez que fui al cine y, he aquí el tema. Por más que lo he intentado, lo cierto es que no recuerdo cuando fue mi primera vez. Recuerdo haber ido con mi padre y con mi hermano a ver algunas películas pero no se exactamente cual fue la primera. Mi bautizo cinéfilo. Tengo recuerdos de estar en la sala viendo "Los diez mandamientos", alguna película de kung-fu e incluso algo de cine español.
Después de mucho darle vueltas, creo que mi recuerdo más pretérito en cuanto a visitas al cine, se corresponde con la proyección de "El libro de la selva", la película clásica de animación de Disney. Hay que tener en cuenta que el cine de mi pueblo, que ya no existe, era un cine de reestreno por lo que el año de estreno de la película no me sirve de gran cosa para calcular mi edad en aquel entonces.
Es una lástima. Mi primera visita al cine es un evento del que me gustaría guardar un recuerdo más vívido.
Dentro de unos años, tendré la posibilidad de revivir aquel hermoso dia. Cuando sea yo quien lleve a mi hija por primera vez.