No se en qué momento o con qué película se abrió la veda, pero lo que está claro es que el primero a quién se le ocurrió ha creado toda una tendencia que se ha explotado desde diferentes perspectivas. Me refiero a las películas que comienzan con un viaje por carretera que acaba convirtiéndose en una auténtica pesadilla para sus protagonistas, ya sea por elegir el camino incorrecto, por toparse con quien no debían o como simple castigo por su prepotencia, su inconsciencia o su moralidad.
La mayoría de las películas de viajes por carretera (road movies) son americanas. Y hay una razón de peso para que así sea. En Estados Unidos las distancias por carretera son muy largas. Realizar un viaje por carretera atravesando varios estados lleva días y, a menudo, se recorren largas distancias por paisajes áridos o boscosos pero con poca o ninguna presencia humana. Un viaje por carretera atravesando la profundidad de América puede ser, en realidad, una auténtica aventura. Parajes desolados o desérticos, bosques sin fin, gasolineras herrumbrosas sin combustible para servir, pueblos desvencijados y abandonados, carreteras secundarias que no conducen a ninguna parte, moteles de mala muere con hoscos recepcionistas, autoestopistas siniestros, camioneros sospechosamente amables, moteros con ganas de bronca y paisanos poco amigos de forasteros. Esta es la flora y la fauna que brota y se desliza por los fotogramas de estas películas. Desde Giro al infierno hasta Breakdown, desde Nunca juegues con extraños hasta Jeepers Creepers.
Es por ello, que quienes se embarcan en esa odisea, ya sea volviendo al hogar o a su universidad o con un concierto de rock como meta, abandonan la seguridad de su mundo y se adentran en un inhóspito terreno del que resurgirán (o no) cambiados. Puede que pasen de la tristeza a la alegría (Thelma & Louise), del egoísmo a la generosidad (Rain Man), de la debilidad a la fortaleza (El diablo sobre ruedas), del enamoramiento a la separación (Dos en la carretera) o, sencillamente, de vivos a muertos (La matanza de Texas).
En cualquier película de carretera, ya sea de terror o no, hay tres elementos que no pueden faltar y que son fundamentales para comprenderla. Por un lado están los viajeros, que son los sujetos sobre los que se obrará el cambio. En segundo lugar está el vehículo, herramienta que les conducirá del estado inicial al estado final. Y en tercer lugar estaría el “otro”, que en este tipo de películas funcionaría como punto de giro inicialmente, es decir, desencadenante del cambio de rumbo que tomará la historia en sus primeros compases y, a la postre, como catalizador de la metamorfosis de los viajeros.Utilizando algunos de los ejemplos de arriba lo comprobaremos.
En "Thelma & Louise" las chicas protagonistas son una camarera incapaz de comprometerse y una ama de casa mujer de un memo machista. Ambas emprenden juntas su viaje en un Thunderbird verde descapotable (no por casualidad), un coche cuya línea y color huelen a libertad (destino final de la pareja). El “otro” en esta historia sería Harlan, el tipo que intenta violar a una de ellas y que desencadena el cambio de rumbo del viaje; las chicas pasan de tomarse un respiro de sus lúgubres vidas de amas de casa a huir por completo de ellas y recuperar su independencia (a un alto precio).
En Rain Man, los protagonistas son dos hermanos muy distintos que no se veían desde que eran niños. Uno es autista con graves problemas de comunicación y el otro es un vendedor de coches cuya principal herramienta de trabajo es su labia, por lo que se siente frustrado ante la imposibilidad de usar su mejor arma con su compañero de viaje. El coche en esta ocasión es un símbolo, ya que fue en gran medida el causante de la separación de ambos (lo que entonces les separó, ahora les une). El “otro” en este caso se manifiesta en las limitaciones de Raymon (Dustin Hoffman), el autista, y en su miedo a volar, lo cual obliga a que el viaje se desarrolle por carretera dilatando el tiempo lo suficiente para que el personaje que interpreta Tom Cruise aprenda a apreciarle y a aceptarle como es.
En El diablo sobre ruedas, el protagonista es un comercial (¿?) aburrido y pusilánime que se ve obligado a realizar un viaje de negocios por carretera con su barato utilitario. En esta ocasión, el coche simboliza el escaso empuje del protagonista y su estatus, cobarde, huidizo e impotente (el coche comienza el viaje con un problema mecánico al que el protagonista no da importancia hasta que es demasiado tarde). Aquí el “otro” es ese camión que pone a prueba los nervios del protagonista y le obliga a coger las riendas de su vida y enfrentarse a sus problemas y miedos en lugar de huir de ellos.
Por último, en La matanza de Texas, los protagonistas son unos jóvenes típicos de la época en la que tiene lugar la película (hippies y liberales) que viajan en una furgoneta (símbolo también de la época y que además da cohesión al grupo, pues es un vehículo que permite hacer vida dentro de él). El “otro” es ese autoestopista que recogen, fieles a sus ideales de bondad y felicidad y que, a la postre, acaba resultando la condena a muerte para la mayoría de ellos. Sus ideales son aplastados y la única superviviente deberá renunciar a ellos para sobrevivir.
Aunque como hemos podido comprobar no solo las películas de terror se nutren de las historias de viajes por carretera (Pequeña Miss Sunshine, Paris-Texas o Una historia verdadera serían más ejemplos), sí que es éste género (y el del thriller con asesino) el que con más asiduidad ha echado mano de este tipo de tramas: Km 666, Wolf Creek, Death Proof, Kalifornia, La casa de los mil cadáveres,…
Su estructura de viaje interrumpido o reconducido por un elemento externo ajeno a la cotidianeidad de los protagonistas, la hace ideal para construir historias terroríficas de superación y supervivencia. Sin embargo, la fórmula parece agotada y los mejores ejemplos de este tipo de cine que nos llegan son remakes de películas de hace veinte o treinta años (los casos de Las colinas tienen ojos o de Carretera al infierno, por ejemplo).
Las excepciones las encontramos en películas que hibridan géneros y que rompen con esta estructura, pero los casos se cuentan con los dedos de una mano. Los más significativos, en mi opinión, vendrían de la mano de David Lynch que en Corazón Salvaje consiguió dar una nueva vuelta de tuerca a las road movies y, aunque de una manera mucho más retorcida y antiestructura. También citaría Carretera perdida, aunque aquí la carretera se nos manifieste como una forma de representar la psique del protagonista y sus demonios interiores.
Mientras continúa el incansable goteo de películas de horror (y horribles, a tenor de la calidad que exhiben la mayoría de ellas) sólo nos queda esperar el resultado de la última adaptación de una novela de Cormac McCarthy cuyo título es, precisamente "La carretera", en la que un padre (Viggo Mortessen) y su hijo, recorrerán un paisaje post-apocalíptico a bordo de un coche que será asediado por ¿humanos? hostiles. Que la película se base en la novela del, muy de moda, autor de "No es pais para viejos" parece una garantía. Veremos si vale la pena la espera.
22 comentarios:
Los viajes de carretera que acaban convirtiéndose en una pesadilla en una película, es sin duda, un gran tópico que se debería romper (al menos es mi opinión).
Se ha abusado de esta situación en el cine. Al menos "La carretera", por lo que tú dices, pinta bien.
Mi road movie favorita es Historias Mínimas una peli que ni es de terror ni es yanki :P
ISMA: Pues habrá que esperar un poco para saberlo pero yo también tengo esperanzas.
Respecto al abuso de este, digamos, planteamiento de las pelis de terror pues nada, que tienes toda la razón.
NEGRA MURGUERA: apostando por lo patrio, eh? Claro que sí. Está claro que un viaje puede dar para mucho más que para persecuciones y asaltos de asesinos. Tu película es un buen ejemplo
Vale, en primer lugar, decirte que vuelves otra vez a enrollarte un guevo con el post. Deverias ser mas directo y no irte por las ramas.
Y como lo has pasado por alto en el post, deverias profundizar mas en el tema de las road movies. En esencia la aventura es un viaje, ya sea Carlo Magno conquistado medio mundo o asterix viajando por media auropa, otro de las raices de las road movies americanas son evidentemente los "Westers", y esa famosa estampa del jinete cabalgando hacia el oeste con el sol poniedose de fondo en su viaje, una vez superadas las troperias del "otro".
Yo considero estos generos en realidad subgeneros. De la misma manera que hay viajes en avión o en tren. El medio es solo una excusa.
salu2
DUDE: en esta ocasión solo puedo darte la razón en lo del tamaño del post. Empiezo a pensar que no puedo evitarlo.
Sobre las semejanzas entre los westerns o las películas de viajes en general y las road movies discrepo completamente.
Poco tienen que ver películas como Jason y los argonautas o La vuelta al mundo en 80 dias con El diablo sobre ruedas. Las road movies sirven para aislar a los personajes y enfrentarlos contra lo que son.
No dudo de que existan westerns que hicieran servir la idea del viaje con fines similares (Rio Conchos, por ejemplo) pero no es la tónica general.
Las películas de viajes en avión o en tren, como dices, no siguen tampoco el mismo formato, más que nada porque el concepto de unos pocos personajes aislados y enfrentándose al medio y a si mismos no es posible (son transportes donde suele viajar mucha gente).
Sin ser nada nuevo, a mi me gustaría que se hiceran más pelis de carreras alocadas tipo Los Locos de Cannonball, Loca Escapada a Las Vegas o La Carrera de la Muerte del Año 2000, que la más reciente que me viene a la memoria es Ratas a la Carrera, y ya tiene unos pocos años. A ver si el remake de La Carrera de la Muerte las vuelve a poner de moda.
Joer, yo soy super fan de las road movies. La verdad es que es un género que me encanta y bueno, siempre he dicho que mi viaje soñado es un Coast To Coast en coche por ese amplio continente. Yijaaa!! A ver si algún día...
PABLO: Sí, a mi también me gustan y tengo ganas de ver la nueva versión de La carrera de la muerte.
Me gustan también la de El mundo está loco loco loco y La de esos chiflados y sus locos cacharros (o algo así).
Incluso creo que se llegó a hablar en una ocasión de una peli inspirada en los dibujos de Hannah y Barbera aquellos de las carreras con Pierre Nodoyuna y Penelope Glamour.
De momento tendremos que conformarnos con ver la de los Wachowski, la de Speed racer.
GALAHAN: un placer verle por aquí. Sí, ese del que habla es un viaje que ami también me molaría hacer aunque da algo de canguele, la verdad. Tanta américa profunda de las películas pone los pelos de punta.
Un colega de un amigo mio (osea un completo desconocido que quizá ni existe) hizo el viaje del que usted habla en moto buscándose la vida aquí y allí y fue detenido un par de veces por sheriffs locales por la pinta que tenía (como si fuera John Rambo en Acorralado)
Buaaaah, si me detienen ya la hostia.
Joder, un héroe a la vuelta!
Aunque sí, ciertos moteles dan canguelo. Pero es la magia!
Saludos y un placer comentar por aquí, hombre. Que lo leo siempre eh, pero no siempre tengo algo que decir :P
um pos es verdad, claro. Pero solo cuando se trata de viajes de un indiviuo solo, no?
de todas formas a mi lo del western me vale, solo que el enfoque es distinto ( mola mola mi pistola).
Salu2
Oye una pregunta de donde era lo de "misa no comprende tusa"?
me suena un guevo pero no se de q
salu2
DUDE: Jar Jar Binks ;)
jo, cuando emos leido lo de piniculas de carretera, casi ni lo leemos pensando que avlavas de las que ponen en los autovuses cuando el biaje es larguete. i nos imajinavamos lla a la vuloc monopolizando hel tema.
ha nosotras estas si que nos enjantan. sovre todo si son hen plan periplo demenzial.
vesis!!!!
p.d. olitas, galahan!!! ;)
RUVIS: pues también daría pie para un buen post, eso de las pelis que te enchufan en los autobuses.
A mi mujer, for example, le colaban siempre en sus viajes barcelona-salamanca "Papa cadillac". Se la vio como cinco o seis veces... que horror! Lo que debe haber sufrido la pobre...
PD: que es esto de saludar a los coleguitas usando los comentarios?? :)
Ahí les dejo un fragmento de un artículo sobre Cormac McCarthy, "La carretera" y su próxima adaptación al cine:
"Las buenas críticas que han recibido los Coen y Bardem seguro que son merecidas, y la película seguro que es digna de ver. Incluso para los forofos de McCarthy. Lo mismo no se puede decir de la versión que rodaron Matt Damon y Penélope Cruz de Todos los caballos hermosos. Al menos no desde el punto de vista de los que nos quedamos boquiabiertos ante la potencia y la luminosidad de esa novela, la que disparó a McCarthy a la fama y lo consagró como un coloso de la literatura contemporánea, hace 15 años. Intentar traspasar aquello al cine fue un error. Peor que un error sería intentar hacer lo mismo con La carretera. No se presta. Como tampoco se presta Rey Lear al cine, o -si lo que se busca es sacar el máximo provecho al genio de Shakespeare- al teatro. Hay que leer Rey Lear. Y no hay que adaptar La carretera a ningún otro escenario que no sea el libro. Es el triunfo de la palabra escrita; una obra que sólo puede respirar dentro del teatro de la imaginación."
John Carlin, "El teatro de la imaginación", El País, 08/03/2008.
Olitas ruvis!
Juju!
Guauuuuuuuuu qué buen artículo!!
Me ha encantado el anális que has hecho de este tipo de pelis.
Pequeña Miss Sunshine me encantó, Rain Man me dejó gratamente sorprendida cuando la vi hace poco, y con El diablo sobre ruedas casi no puedo dormir luego... ¿quién me mandaría a mí de pequeña ver la tele de noche cuando mis padres no estaban??
Salu2
Y por seguir la coña... olitas a Gal y las Ruvis!!!
JARDIN: la lucha entre literatura y cine continúa abierta. "Me gusta más el libro, es mejor la película, no se puede adaptar, tan solo está inspirada y bla, bla..."
Hay que examinar cada obra en su propio contexto y con su lenguaje. Sin haber leido la novela de la que parte la película de los Coen ya me puedo imaginar que debe ser realmente buena. Pero eso no le resta mérito a la película de estos dos genios de la imagen, al margen de que haya quien disfrute más de la historia leída que vista.
GALAHAN: bueno, ya están bien!! :)))
CARABIRU: me alegro de que te haya gustado y de que te vea más por "The last ones". Ahora, eso de que sigas la conya del GAlahan... ya no me gusta tanto... :))))
Por Sant Jordi me compré "La Carretera". Buenísima. Acojonante (que acojona, vamos, y yo la leo por la noche).
Aún no la he acabado, pero...¿¿ en "La Carretera" van en coche ??
Fresón, no sé si será o no un error trasladar esta novela al cine, pero como en la peli vayan en Cadillac u otro trasto motorizado mejor la llamaban Max Mad (por no repetir el nombre)
gracias por tu impresión sobre la película de carretera. soy una estudiante belga siguiendo un curso sobre la película carretera en América Latina. Para el examen de esta clase tenemos que analizar una película de carretera latinoamericana (que no sea Central do Brasil, Historias Mínimas, Japón, Y tu mama también, Los muertos, Diarios de motocicleta, Guantanamera, Familia rodante, Cinema Aspirins&vultures). Tendrías una sugerencia?
LORE: Bueno... la verdad es que mencionas la gran mayoría de las más conocidas road movies latinoamericanas.
Yo tampoco soy un experto en la cinematografía de america latina, no te engaño.
Pero me he acordado de un film de Marcelo Piñeyro con Federico Luppi h Héctor Alterio que se llama "Caballos salvajes" y que creo que se puede acoplar a lo que te piden.
Espero haberte servido de ayuda.
Hay una pelicula que trata un viaje en cadillac y donde los hermanos se unen despues del accidentado viaje. ¿alguien recuerda y sabe el nombre?
PD// el padre antes de fallecer pide a sus hijos que traigan el cadillac a su casa para regalarle a su esposa. En el viaje sus hijos que estaban distanciado se unen. La historia termina con una moraleja muy buena. Gracias
Publicar un comentario