jueves, agosto 09, 2012

PROMETHEUS, Me toca hacer de abogado del diablo

Se ha desatado el apocalipsis en internet. Tras el estreno de Prometheus (ídem, Ridley Scott, 2012) millares de aficionados al cine y la ciencia ficción se han puesto a teclear en sus ordenadores lo disgustados y decepcionados que están con la última película de Ridley Scott. La gran esperanza blanca les ha fallado más allá de lo imaginable. Ríanse de “Star Wars, la amenaza fantasma” (Star wars episode 1, the phantom menace, George Lucas, 1999). Esto es peor, mucho peor. O así parece.

 Casi todas esas críticas negativas parecen coincidir además en un punto concreto, que es ya una herida abierta sobre la que derramar sal por sacos, el guion y uno de sus guionistas: Damon Lindelof. Por supuesto, haber encontrado al chivo expiatorio no ha reducido la animadversión hacia el director del film en tanto en cuanto él y nadie más que él ha decidido llevar ese guion a término. Ridley Scott no es un advenedizo en esto del cine ni un cineasta debutante o un pelele en manos de los grandes estudios. Justo lo contrario. Él es parte del engranaje de Hollywood y hace ya muchos años que como una pieza bien engrasada de esa maquinaria se comporta (algunos se atreven incluso a datar ese cambio de director independiente a mercenario de los estudios a partir de un film concreto: 1492, la conquista del paraíso [1492, conquest of Paradise, Ridley Scott, 1992]). Y pese a todo ello siempre ha sabido salir relativamente airoso de cada una de sus películas gracias a eso que llaman “su ojo”, es decir, su capacidad para trasladar en bellas imágenes las historias que caen en sus manos, o por decirlo de una forma más técnica, su capacidad para planificar, encuadrar, iluminar,…
¿Ha perdido Ridley Scott esas capacidades con el paso del tiempo? ¿Al abandonar esa rebeldía, en realidad simple voluntad autoral, de sus primeras películas dejó atrás su talento? ¿En qué lugar deja eso a “Red de mentiras” (Body of lies, Ridley Scott, 2008) o a “Gladiator” (ídem, Ridley Scott, 2000), films ambos de su época post-1492?

Digámoslo ya. Prometheus es una gran decepción para todo aquel que esperase una película del nivel de Alien (ídem, Ridley Scott, 1979) y de Blade Runner (ídem, Ridley Scott, 1982). Como también lo fue para quién esperaba una revolución cinematográfica de Avatar (idem, James Cameron, 2010) y se encontró con una historia más simple que el mecanismo de un sonajero. No obstante tal revolución sí que se dio, en los bolsillos de sus responsables que cambiaron la forma de ir a ver el cine (para los degustadores incansables de palomitas ahora si la peli no es en 3D no mola). Pero vamos ya a la película que nos ocupa. Imaginemos por un momento que Prometheus no fuera una película dirigida por Ridley Scott e imaginemos también que no tenga nada que ver con Alien. No cuesta tanto, esfuércense.

Una nave aterriza en un planeta siguiendo lo que parece una “invitación” a partir de las pinturas y grabados hallados en distintas partes del mundo realizadas por diversas civilizaciones hace miles de años. Dichos hallazgos no sugieren más que la alta probabilidad de que dichas civilizaciones tuvieran contacto con una raza alienígena pero dos de los científicos que han dado con ellos y los han estudiado parecen estar convencidos de que no solo se trata de alienígenas sino también de los responsables de la creación del hombre y la vida en La Tierra. Como un viaje a las estrellas solo puede ser costeado por un magnate empresarial contactan con una corporación, la que se encarga de que éste se lleve a cabo pero, más allá del altruismo científico, el dueño de la empresa esconde un objetivo egoísta, el de procurarse para si mismo mayor longevidad, algo que cree que podría obtener de esos alienígenas. En cualquier caso y dado su avanzadísima edad y su actual estado de salud, no tiene nada que perder. Pero no es así como lo ve su hija, quien debe heredar la compañía y a la que el viaje de su padre solo puede complicarle el futuro, por lo que decide reservarse plaza en ese viaje. Para ocuparse del mantenimiento de la nave durante la larga travesía se incluye en la tripulación a un androide que además se encargará, llegado el momento, de que su “padre”, el director de la corporación, alcance su objetivo lo cual le creará no pocos problemas a la hora de tomar decisiones que beneficiarán o perjudicarán a la misión oficial, la científica. Y por si todo esto fuera poco, durante el tiempo que ha pasado solo en la nave nutriéndose de la cultura humana a través de películas (imaginamos que libros, música y demás artefactos culturales también), ha ido desarrollando una personalidad que en última instancia le sitúa no muy en línea con las intenciones de los hombres, sus creadores, que al despertar del hipersueño le tratan con menosprecio. Una vez la nave llega a destino, los científicos localizan sin mayor problema una estructura en el interior de la cual descubren clarísimos indicios de vida inteligente. En efecto, han encontrado lo que buscaban. Sin embargo no queda un solo alienígena vivo para contestar sus metafísicas preguntas, en lugar de eso, sólo hay cadáveres y restos de sus experimentaciones en eso de “crear vida”. Al parecer, y como les ocurrirá a ellos mismos con su androide, las criaturas creadas en ese gran laboratorio adolecían de un grave complejo de Frankenstein y se revelaron contra sus creadores. El caldo primordial contenido en cientos de cápsulas que hay, en lo que después se sabe es una nave y no una edificación, no es un líquido brillante y prístino creador de belleza sino una sustancia oscura, pegajosa y letal, caótica y dotada de una sola cualidad: un feroz instinto de supervivencia y voluntad evolutiva. Se trata de una creación que quiere crear, que necesita de otros organismos para alcanzar una fase superior. El contacto con dicho líquido por parte de cualquier otro ser vivo tiene siempre consecuencias impredecibles; una recombinación del ADN del sujeto afectado que puede dar lugar a la generación de una nueva criatura híbrida entre ambos, una deformación monstruosa del sujeto parasitado, su desintegración en simples cadenas de ADN, etc,… Parece haber tantas posibilidades como sujetos. En cualquier caso, y como descubre la protagonista del film, católica convencida a pesar de sus firmes conocimientos científicos, no hay amor en estos creadores, sólo caos y horror. ¿Pero acaso no es así la naturaleza? Caótica, brutal e incansable en su lucha por la supervivencia. Una vez que todos los personajes han hallado la muerte o la decepción ante el que esperaban fuera su gran descubrimiento, aquellos que pueden huir lo hacen tratando de encontrar nuevas respuestas.

 Como ven se puede resumir la película sin tener que mencionar Alien en ningún momento y creo que en esencia no se trata de una mala idea o de algo que, debidamente pulido y en manos de la gente con el talento adecuado, no pueda dar mucho de si. ¿Por qué entonces tanto ruido? ¿Dónde están los problemas? Los problemas de Prometheus son a mi entender dos. El primero es la voluntad de haber querido encajar esta historia con la saga Alien. Creo que ha quedado claro que el periplo de estos cosmonautas podría funcionar de forma totalmente independiente de aquella pero situarla en el universo Alien le daba un plus de cara al tirón comercial y para ello determinadas tramas, giros y guiños de guion, de decorados, musicales, han tenido que estirarse hasta encontrar su encaje con la serie del monstruo de dos bocas. Este, y no otro, es uno de los principales argumentos que esgrime la furibunda turba internauta con horquillas y antorchas en mano, para tirar por tierra Prometheus; las piezas no enganchan adecuadamente con Alien. Y peor aún que eso, vendida como precuela de la saga (si bien oficialmente nunca se ha dicho tal cosa y todo esto proviene del ruido emitido por internet durante todos estos meses) todos los fanáticos esperaban respuestas a las preguntas que aún no se les habían contestado en las secuelas del seminal film de Scott y dichas respuestas no aparecen en el film. Antes al contrario, se abren nuevas preguntas. De hecho, el ¿de dónde sale tal o cual cosa? y el ¿por qué sucede esto o aquello? son las preguntas más repetidas en esas críticas y comentarios enfurecidos. Quieren sus respuestas y cargan las tintas sobre Lindelof, el guionista fatídico especialista en plantear enigmas y no resolverlos al que tienen en el punto de mira desde el final de Perdidos (Lost, J.J. Abrams, 2004-2010). Pero, digo yo, ¿quién ha dicho que esta película deba revelar ninguna incógnita pendiente de la saga Alien? Más aún, ¿quién ha dicho que ninguna película debe contestar a ninguna pregunta que se plantee en ella? La ciencia ficción no se destaca por dar respuestas, nunca lo ha hecho. Si acaso por plantear hipótesis o posibilidades y especular con ellas. Los fanáticos de Alien son injustos con Prometheus porque olvidan que cuando vieron Alien por primera vez, antes de que existiera saga alguna, Scott planteaba una situación llena de enigmas que nunc a resolvió y en ello radicaba gran parte de la grandeza de dicho film. Cuantos espectadores de entonces podrían haberse preguntado ¿de dónde ha salido la nave estrellada? ¿de dónde han salido esos huevos? ¿quiénes conducían la nave? ¿Qué pretende el Alien eliminando a toda la tripulación? ¿Qué hace con ellos, porque al parecer no se los come? Nadie tiró por tierra el film por no tener respuesta a esas preguntas y sin embargo, son esas mismas preguntas las que ahora hunden la propuesta de una nueva franquicia que se desarrolla en el mismo universo. Un buen ejemplo de que a veces es mejor plantear preguntas y no contestarlas está en una de las primeras versiones del guion de Alien, el octavo pasajero, donde al final el alienígena mata a Ripley y seguidamente se sienta a los mandos de la nave y con una sonrisa pone rumbo a La Tierra. Sinceramente, ¿no es mejor no saber cuáles son las intenciones del Alien? Otro ejemplo: ¿Cuántas preguntas plantea y cuántas contesta 2001 una odisea del espacio? ¿Y no es eso lo que la hace grande?

Aprovecho para señalar que otro de los objetivos de estas críticas furibundas especialmente hacia Lindleloff está en su uso abusivo de referencias al parecer inconexas entre ellas, como si llenar una película de citas cultas fuera un pecado si no guardan una relación de coherencia las unas con las otras. Pues mire usted, volviendo al Alien original, todavía está por explicar por qué la nave en la que viajan se llama Nostromo, cita culta del señor Scott en referencia a una novela de Joseph Conrad con la que Alien no guarda ninguna relación pero que James Cameron continuó al bautizar a la nave de Aliens, el regreso (Aliens, James Cameron, 1986) Sulaco, otro nombre extraído de la misma novela de Conrad. ¿Debemos insultarles por ello? Como usó el nombre de Nostromo para la nave ¿debía haber llamado a todos sus personajes como otros que salieran en la misma novela? Alien es una de las películas que más y mejor bebe de las atmósferas lovecraftianas. ¿Pero acaso a alguien le molestó que se citara a Conrad y a Lovecraft en la misma película? No caigamos en lo absurdo.
Cada creador, novelista, pintor, cineasta, etc,… maneja las referencias que tiene como mejor le parece y si a Scott la idea de una nave de carga minera le recordó a una novela sobre un puerto minero. Después le llamó la atención las ilustraciones de Giger en un álbum titulado Necronomicon de las que brotaría la criatura alienígena, álbum que a su vez se inspiraba en las atmósferas del escritor de Providence. Pues ya está. Anotado. No hay ningún problema en manejar distintos referentes en la misma película aunque en algún caso sea de forma únicamente anecdótica. Pero estos detalles se los pasamos a Alien porque de Alien me gusta todo y a Prometheus no le pasamos nada porque me ha defraudado mucho y acabaré recordando que hasta el cine en el que la vi olía mal.

 Pero he dicho que había un segundo problema. Una película de ciencia ficción no tiene, o no acostumbra a tener, como piedra angular un dibujo de personajes demasiado profundo. La base de las historias de ciencia ficción no son los personajes sino conceptos argumentales de índole científica que son llevados hasta un extremo desconocido gracias a unos personajes que actúan como instrumento para demostrar o refutar una hipótesis concreta. La ciencia ficción se hace preguntas a través de sus personajes pero no son ellos los que importan, lo que importan son las preguntas, en definitiva, hacer reflexionar al espectador sobre los conceptos planteados. Alien no formulaba demasiadas preguntas porque era en esencia una película de terror y no de ciencia ficción, por más que estuviera ambientada en una nave espacial y en el futuro. La belleza y la fuerza de Alien estriba a partes iguales en el talento de Ridley Scott para dosificar la tensión que va creciendo poco a poco y en el chocante e innovador diseño de producción y de la criatura a cargo de H.R. Giger y Ron Cobb. Y si aquellos personajes nos parecen mejor dibujados es porque serán diezmados uno por uno y el espectador nunca debe saber quién sobrevivirá y, por lo tanto, debe cogerles cariño. Claro que en aquella nadie se pregunta porqué los ingenieros parecen mecánicos por más que trabajen en una meganave espacial del futuro (se da por hecho que se trata de un trabajo que es ya rutinario) mientras que en Prometheus no se comprende, y con razón, la aparente incapacidad o falta de profesionalidad de parte de la tripulación ya que entendemos se trata de uno de los primeros, o quizá el primer viaje espacial de larga duración que ha realizado la humanidad. Pero como digo, esto es una suposición, en ningún momento se certifica. Prometheus es una película de ciencia ficción y no un film de terror, aunque también contenga sus dosis, más por la obligación autoimpuesta citada antes de tratar de que encaje con Alien, y por lo tanto no pierde demasiado tiempo en revelarnos detalles sobre el historial de los personajes que se pasean por la película a excepción de aquellos que deben ver confirmadas o refutadas sus preguntas. De hecho, en mi opinión, algunos de esos personajes directamente sobran y se podría haber prescindido de su presencia.

 Pero no es ese el segundo problema, que ya llego, sino su ilógico comportamiento. Es una lástima, que teniendo bien perfilados los roles fundamentales, los que deben conducirnos desde el inicio de la película hasta el final, el desarrollo de la historia y eso que llaman la “suspensión de incredulidad” se vea anulada en varias ocasiones por el errático comportamiento de algunos de los personajes secundarios cuya actitud es del todo incomprensible: geólogos que se pierden, biólogos que huyen al primer indicio de lo que debería ser el sueño de sus vidas para luego, en el momento del contacto, volverse absolutamente temerarios, pilotos que deciden inmolarse con su nave sin saber si eso va a tener efecto alguno… Pero sí, son principalmente esos dos personajes, el geólogo rockero y el biólogo bipolar, los que socavan la fluidez de la narración hasta el punto de que empiezo a plantearme que se trata del clásico, y más inapropiado, uso de la pareja de opera china con la que se intenta relajar tensión y añadir algo de humor, al que Scott ya había recurrido en su “Black Hawk Derribado” (también post-1492, por cierto). Payasadas, a falta de un nombre mejor, que se le perdonan a “Horizonte final” (Event Horizon, Paul Anderson, 1997) pero no a Prometheus.
Mi conclusión es que las aspiraciones de Prometheus son demasiado elevadas para tratar de encajarlas en un patrón establecido. Su link con Alien pudo haber sido visto como una ventaja comercial pero es un lastre argumental y narrativo. La necesidad de acercar la película a un publico mayoritario (quizá para evitar el fiasco en taquilla que supuso Blade Runner y que sin duda marcó a Scott para siempre) infantiliza a unos personajes que deberían ser invisibles para nosotros remarcándolos con sus estupideces y haciendo que perdamos de vista lo mejor del film. Angel Sala, crítico de cine y director del Festival de Sitges desde hace varios años, define a Prometheus en la revista Scifiworld como un diamante, tosco y sin pulir. Estoy de acuerdo con la segunda parte.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo. Fantástico análisis y muy buena réplica a tantas críticas que circulan por ahí.

Anónimo dijo...

En primer lugar, una crítica a la "critica": es demasiado larga y dispersa. Aprende a distribuir las ideas en parrafos: será más facil de leer.

En segundo lugar, no encontrado ni un sólo argumento que contradiga las críticas que, muy justamente, se le están haciendo:

1) El guión es, objetivamente, un desastre: carece del mínimo de coherencia exigible. Es meramente episódico y trata de ocultar que la historia carece de una verdadera trama.

2) La trama en si es vulgar y carente de verosimilitud. Es vulgar porque se limita a copiar elementos argumentales sacadas de decenas de películas se serie B y novelas pulp: es un pastiche. Carece de verosimilitud porque viola sistemáticamente todas las leyes de la física, química y biología y porque las reaciones de los personajes son incompatibles con la más elemental psicología humana.

La película es un desastre argumental que sólo merece el desprecio de todo amante del género. Y tratando de defenderla sólo estás dando alas a que hollywood siga produciendo blockbuster estúpidos para la chusma "mainstream".

Saludos.

El Gran C dijo...

Te doy la razón en lo de la segmentación en párrafos de la entrada. Ultimamente blogger me ha dado problemas con eso. El texto estaba originalmente correctamente, a mi entender, seccionado pero a la hora de publicarlo se perdieron las marcas html. Creo que ya está arreglado.

Acerca del resto pues me remito a mi propio texto. Creo que, aunque pueda compartir contigo y muchos otros que el guión es manifiestametne mejorable, la carnicería de que está siendo objeto es inmerecida por comparación con muchos otros films que carecen de valores que sí tiene Prometheus y cuyos guiones no son mejores que el de ésta. No obstante no puedo darte la razón en que el guión sea episódico. Episódico por qué? Y tampoco en que no tenga trama, es mas, su trama es perfectamente definible a través de la historia de la protagonista cuyo objetivo es el de conseguir las respuestas a las preguntas que se ha hecho desde que murieron sus padres. Creo que encaja perfectamente en el diseño clásico de trama tal y como lo define McKee.
Lo de que viole todas las leyes de la ciencia a mi me parece bien porque se trata de ciencia-ficción. Y creo que por más que tense la cuerda de la ficción se mantiene dentro del género sin cruzar la frontera de lo "maravilloso".
En lo de los personajes tienes razón. La gran mayoría de ellos se comportar de forma absurda.

Sobre lo de la chusma mainstream y productos estupidos, creo que en la ciencia ficción de los últimos años hay muy pocas películas destacables. Creo que a excepción de Sunshine todo lo que se ha hecho eran pelis con bicho tipo Pandorum y, si tengo que esperar a que Hollywood me envie su próximo producto espero que se parezca más a Prometheus que a esa.

un saludo

Flush dijo...

Tu defensa de la película es una larguísima falacia: el famoso "pues tú más".

Te dedicas a defenderla "argumentando" que los defectos que se le imputan están presentes en otras películas que sí consideramos buenas.

Y no.

No vale coger elementos aisladamente y decir "pues esto también estaba en tal película...".
Eso no argumenta nada. Prometheus es un CONJUNTO de elementos que -si bien aisladamente pueden pasar-, puestos juntos crean un galimatías incoherente y absurdo.

Y eso es lo que se critica: el CONJUNTO de elementos tontos que, como sucede con las potencias en matemáticas, van empeorando el resultado de forma exponencial: tontería pasabe ELEVADA a otra tontería pasable, ELEVADA a otra tontería pasable, etc crean un monstruo infumable.

Pedro dijo...

Me ha gustado mucho tu blog, Gran C, y esta entrada en particular. Yo recuerdo reacciones similares cuando se estrenó "Inteligencia Artificial", de Steven Spielberg, de las que muchos, silenciosamente, se fueron retractando. Es más (esto no lo viví), las reacciones ante la ahora intocable "Blade Runner" fueron, por lo que sé, bastante similares.

Yo ejerceré de modesto abogado del abogado, y simplemente manifestaré algunos momentos / ideas / secuencias que me impresionaron en Prometheus, una película a la que el tiempo pondrá en un lugar muy alto.

-David en todo el metraje, especialmente sus agudas observaciones sobre la psicología humana.

-La tétrica aparición de Weyland en un entorno decorado falsamente bucólico que se va ampliando hasta inundar la sala.

-La ambientación fantástica de la cueva donde está la cabeza, con el mural ominoso. La huida de los ingenieros vista en hologramas con puntitos.

-La (increíble) secuencia en que David abre el mapa estelar de los Ingenieros, de una belleza sobrecogedora, donde la música y la imagen se funden de forma impresionante.

-La cesárea de la doctora Shaw, realista, sucia, orgánica y sexual al mismo tiempo.

-Vickers arrodillándose ante Weyland, su "padre" improbablemente biológico.

-Momentos de horror parecidos a "La Cosa" de John Carpenter (otra película colocada en su lugar)

-Numerosísimas ideas que no son incoherentes, sino una sola: la relación padre-hijo, humanos-robots, ingenieros-humanos, es SIEMPRE conflictiva, porque ser creado, aceptar que debemos la existencia a seres que son (o NO son, lo que nos lleva a la náusea existencial) perfectos es casi insoportable para la inteligencia.

-La planificación de todas y cada una de las escenas de acción.

-El breve diálogo entre David y el Ingeniero ante la atenta mirada de Weyland, que culmina de forma brutal y despiadada.

-Las lágrimas de Shaw por "no poder crear vida" ante Holloway, o cuando le recuerdan como murió su padre (siempre padres-hijos, siempre esa dicotomía, la búsqueda del padre y la decepción). El cariño de Shaw ante su crucifijo, semejante al que tendría por un hijo.

-El final múltiple, desolador y melancólico, del que no desvelo nada, por si acaso.

Estos elementos son suficientes, yo creo. Como insinúas, gran C, gran parte de la crítica feroz a Prometheus viene en parte por estar ligada al universo Alien, pero sobretodo por un guión (en ocasiones atropellado, con molestias puntuales, algo que, por ejemplo, tenía Parque Jurásico, una película con muchos secundarios risibles, pero que se sostiene por su fuerza visual) que no se lo da todo masticadito a un público cada vez menos exigente.

PD: Me hace gracia lo de "Demuestra que no eres un robot", a ver si voy a ser un androide como uno (o dos) de los personajes de Prometheus!! xD

El Gran C dijo...

Pedro, bienvenido y gracias por tu comentario.
Pues sí, yo también creo que la gente tiene muy mala memoria y estoy seguro de que con el tiempo muchos de los que ahora critican esta película modificarán su opinión, quizá no radicalmente, pero sí lo suficiente como para situarla en el lugar que merece que, por supuesto, no es en el infierno al que quieren arrojarla.
Es, como ya explico en el post, una simple cuestión de expectativas defraudadas, ni más ni menos. Se esperaba un 10 y se ha sacado un 7.5.
Tu mismo en tu comentario ya destacas un buen montón de razones por las que vale la pena mirarse la película con algo de más cariño y menos prejuicios.
un saludo

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que las criticas fueron injustas , aunque hay que decir que tambien hubo muchas buenas criticas , aunque estas no son tan publicitadas como las malas

Y si en efecto, tiene fallas, pero que pelicula no los tiene, dijo si analizamos cualquier pelicula hasta el padrino saldria perjudicado (pelicula que muchos dicen haber visto para sentirse cultos pero la mayoria se durmio)

Una obra es la suma de todos sus errores pero tambien de todas sus virtudes, y el tema de los blockbuster de satanizarlos, de considerarlos malos no es justa, Batman era buenisima a mi juicio mas buena que ese cuento de hadas que gano el oscar a mejor pelicula (en efecto esa del millonario donde todos acaban bailando), la secuencia inicial de superman con marlon brando es de las mejores que ha dado el cine, no hay que ser injustos con los blockbuster ya que tienen potencial a veces de generar clasicos, Avatar es un blockbuster y no por eso es mala

Aliens la original, tampoco es que haya sido una obra maestra, era una pelicula de la que no se esperaba nada y resulto una sorpresa

Prometheus es muchisimo mejor que Aliens, tiene una historia mas amplia, de hecho Noomi es una gran actriz , su personaje va adquiriendo importancia conforme se desarrolla la historia, el de sigourney weaver es plano en todas las peliculas de la saga, es una guerrera desde el principio, no tiene ninguna historia pasada, sigourney weaver no era tan buena actriz cuando hizo aliens, noomi rapace ya es una actriz reconocida por hacer papeles complicados, dificiles

En prometheus los personajes tienen una historia mas definida, en Aliens sus historias personales no existen

Y en Aliens una vez que el bicho comienza a matar pos termina la historia y se convierte en una historia mas de corre porque si te alcanzo te mato, historia que continuara durante otras tres peliculas sin muchas variantes

En prometheus tenemos una historia que se puede extender en varias direcciones, desde cual es el plan de los ingenieros, cual es la relacion de estos con los bichos, donde viven , etc. etc.

Tambien es un poco ridiculo esperar que una pelicula responda todas las preguntas , es solo una pelicula, dificilmente respondera preguntas de porque estamos aqui,porque dios nos creo etc. etc. , de hecho ningun autor que se respete dara respuesta a esas preguntas, este tipo de historias estan condenadas a dejar siempre mas preguntas que respuestas

Muchos compararon la obra de Scott con la Lovecraft, en especifico con la novela de las montañas de la locura, que tambien tuvo en sus tiempos una dosis de malas criticas y los mismos editores se negaban a publicarla

La historia de Lovecraft es parecidisma a la de riddley scott, primero hizo un fabuloso cuento llamado la llamada de cthluhu, seria en analogia , el aliens de riddley scott, con este gano fama y algo de dinero, igual riddley con su alien, luego varios años despues hace su obra maestra, en las montañas de la locura, donde deja sus miedos de infancia y se encuentra en el terreno de la ciencia ficcion, ridley scott igualmente deja el terror para entrar de lleno en la ciencia ficcion no sin dejar del todo sus raices, la llamada de cthulhu guarda muchos parecidos con las montañas de la locura, al igual que aliens con prometheus

Y esta novela corta de lovecraft, su obra cumbre , un clasico de la literatura, es para algunos criticos una novela farragosa, llena de adjetivos que se repiten una y otra vez, incluso se podria decir que es "mala", pero la idea en general, la historia , a pesar de todos sus defectos hacen que se le perdonen todas sus fallas, Lovecraft no era un escritor de la preparacion academica de un J.R.R Tolkien, era un escritor creado a si mismo sin maestros que luchaba por ser respetado

Anónimo dijo...

La literatura tambien nos da otras fuentes de referencia

Las maquinas de dios de Jack Macdewit, tambien hay una raza de alienigenas citadas en un punto distante del universo que gusta de los fuegos de artificio en escala galactica no importandole los planetas que sean destruidos por sus fuegos cosmicos, tambien tenemos una protagonista femenina muy parecida a noomi rapace, pequeña, bonita pero valiente e intrepida, una saga que en su primer libro tiene escenas que los haran recordar a prometheus, cuando se encuentran con "los monumentos"