lunes, abril 27, 2009

THE INTERNATIONAL; Otra de corporaciones corruptas


Antes de que el mundo occidental se sumiera en la crisis que actualmente vivimos, en el cine ya comenzamos a ver una serie de películas que se cebaban en las grandes empresas y corporaciones que, en la sombra y amparados por la corrupción de los gobiernos, se enriquecían gracias a turbios negocios. Estoy hablando de "El jardinero fiel" o de "Michael Clayton" y la industria farmacéutica, de "El señor de la guerra" y la industria armamentística, de "Siriana" y las corporaciones petrolíferas, de "Gracias por fumar" y las tabacaleras,…
The international aporta su granito de arena a esta tendencia atacando directamente a los bancos. Cierto que, a un banco concreto y ficticio pero que, en realidad, y según confirma el personaje que encarna al director del mismo, es un banco tan importante que cualquier banquero daría lo que fuera por ocupar su puesto. Lo cual no dice mucho en favor del gremio, ¿no?
"The international" nos explica la historia de dos agentes americanos obsesionados con la idea de llevar a la justicia a los responsables del IIBC, un banco internacional que pretende, según sus investigaciones, controlar los conflictos mundiales a través del control económico del negocio de las armas con la única finalidad de lucrarse. Para tan beneficioso negocio no dudan en tratar con sicarios y delincuentes, sobornar a autoridades y cuerpos policiales e incluso asesinar a los opositores o a aquellos que husmean más de la cuenta.
El desarrollo de la película es el de un thriller de lujo que pasea a su pareja protagonista, Clive Owen y Naomi Watts, por distintas ciudades europeas utilizando sus calles como exquisito marco para conversaciones, persecuciones y tiroteos. De hecho, es precisamente gracias a esa internacionalización de la investigación que la película se hace amena e interesante y no se convierte en otro film de despachos y teléfonos. En esto, se agradece la impronta que han dejado las películas de la saga Bourne y que de alguna manera quedan patentes en la excepcional secuencia del tiroteo en el Guggenheim de New York y en la no menos interesante persecución por las calles y los tejados de turcos hacia el final de la película.
Es destacable también el control del tiempo y del suspense en la película que, aunque roza las dos horas, no permite que la tensión decaiga en ningún momento lo cual es un gran mérito si tenemos en cuenta que las secuencias de acción son muy poquitas. Para ello, el director se sirve de los escenarios internacionales y muy especialmente de determinados edificios emblemáticos que, encuadrados en gran angular y con los personajes en segundo término, ayudan a introducir en el espectador la idea de que los protagonistas se encuentran perdidos ante algo mucho más grande que ellos y que les sobrepasa.
No me olvido del personaje que interpreta Armin Mueller-Stahl, ese actor que muchos descubrimos en "La caja de música" y que parece condenado a los papeles de burgués corrupto o, cuando menos, siniestro y que aquí nos ofrece una nueva interpretación contenida y eficaz.
Obviamente los responsables del film nos están enviando un mensaje muy claro y muy pesimista sobre nuestra civilización, sobre nuestros políticos, nuestras empresas y nuestros cuerpos policiales. Lamentablemente y, como ya comentaba al principio, dicho mensaje parece estar convirtiéndose más en un eslogan de moda que en un removedor de conciencias, de la misma manera que hoy día llevar un pañuelo palestino al cuello ha dejado de ser un símbolo político para convertirse en un complemento que además se puede adquirir en colores surtidos.

5 comentarios:

Tato Asensio dijo...

Vamos...lo de la cerilla, la chispa y que Istambul es la ciudad que más me gusta del mundo...

Carabiru dijo...

Pues pinta bien! Aunque el mensaje no es muy alentador.

No sé si es que veo sólo las buenas, o que mi gusto cinematográfico no es tan bueno como creo, pero todas las pelis que he visto de Clive Owen me han gustado.

El Gran C dijo...

TATO: ah sí... ya... :) Felicidades por tu progenie!!!

CARABIRU: Cuanto tiempo!! La verdad es que el Clive Owen tiene buen ojo para elegir los papeles. No obstante hay quien no le perdona que participara en Sin City o en El rey Arturo.
A propósito, no sabrás que ocurre en el blog de las ruvis, verdad? Hace un par de semanas que no puedo entrar... :S

Carabiru dijo...

:)
Te voy leyendo, jejeje, pero nunca se me ocurre nada que contar, :P

Las Ruvis cerraron temporalmente el blog, por problemas personales, pero espero que vuelvan pronto y con energía renovada.

El Gran C dijo...

CARABIRU: Siempre puedes comentar lo que quieras, aunque sea off-topic. Esta es tu casa y la de todo el que quiera entrar (pero manteniendo las formas, eso sí). :)
Gracias por la info sobre las ruvis... que mal rollo... se echan de menos.