domingo, diciembre 02, 2007

Mi primera vez; un ejercicio de nostalgia

Ahora que mi primogénita pasa ya los tres meses de vida parece que ha descubierto la televisión. Tiene juguetes, tiene móviles (ositos de esos que dan vueltas, por si acaso alguien se ha confundido), un gimnasio, un columpio y demás cacharrería, pero desde que ha visto gente moviéndose en la "caja tonta" no hace más que quedarse pasmada observando la pantalla. No importa que intentes atraer su atención. Aunque esté de espaldas a la tele, se esfuerza por volver su mirada hacia ella.
Todo ello me ha hecho pensar en si a mi me sucedió igual, en si es normal. Si todos los niños nos vimos atraídos de semejante forma hacia nuestro televisor (en mi época mucho menos vistoso, pues era en blanco y negro).
También me ha hecho recordar la primera vez que fui al cine y, he aquí el tema. Por más que lo he intentado, lo cierto es que no recuerdo cuando fue mi primera vez. Recuerdo haber ido con mi padre y con mi hermano a ver algunas películas pero no se exactamente cual fue la primera. Mi bautizo cinéfilo. Tengo recuerdos de estar en la sala viendo "Los diez mandamientos", alguna película de kung-fu e incluso algo de cine español.
Después de mucho darle vueltas, creo que mi recuerdo más pretérito en cuanto a visitas al cine, se corresponde con la proyección de "El libro de la selva", la película clásica de animación de Disney. Hay que tener en cuenta que el cine de mi pueblo, que ya no existe, era un cine de reestreno por lo que el año de estreno de la película no me sirve de gran cosa para calcular mi edad en aquel entonces.
Es una lástima. Mi primera visita al cine es un evento del que me gustaría guardar un recuerdo más vívido.
Dentro de unos años, tendré la posibilidad de revivir aquel hermoso dia. Cuando sea yo quien lleve a mi hija por primera vez.

1 comentario:

Tamaruca dijo...

Qué ternura :)

Me hiciste buscar en los archivos de memoria... ¿Sabes que mi primera película en el cine fue "1,2,3 splash"? Fui con mi madre y lo recuerdo con nitidez, llegamos tarde (como siempre) pero me encantó. Esas cosas no se olvidan.