jueves, julio 19, 2007

PELICULAS PARA NO DORMIR: UNA CUESTION DE RITMO


Hace algunos meses publiqué una entrada sobre la serie de TV movies de terror americana llamada Masters of horror. Por ello, creo que vale la pena dedicar como mínimo el mismo espacio a este esfuerzo del cine español por adentrarse en el género encargando también una serie de películas a lo mejorcito de nuestros directores de fantástico (aunque no estén todos los que son).
El proyecto en si, auspiciado por Filmax como no podía ser de otra manera, y coordinado por Narciso Ibañez Serrador, se compone de seis películas de duración inferior a la hora y cuarto y destinadas directamente a la televisión. Cada una de ellas, como ya hemos dicho, dirigida por un director distinto que imprime su propia forma de entender el cine a la historia que le tocó en suerte.
Un resumen rápido de sus argumentos podría ser este:

-La habitación del niño (Alex de la Iglesia): una joven pareja se muda a una casa vieja en la que el marido acaba por descubrir de forma accidental (gracias al monitor vigilabebes que ha comprado) que existe un plano paralelo en el que mora su doppleganger. O tal vez es que está volviéndose loco.
-Para entrar a vivir (Jaume Balagueró): una joven pareja en busca de un hogar cae en las redes de una enigmática comercial que les conduce hacia un bloque de pisos muy apartado que dista mucho de ser la casa de sus sueños.
-La culpa (Narciso Ibañez Serrador): una mujer soltera y su hija entran a vivir en la casa-consulta de una doctora especializada en abortos. La propia protagonista, debido a las circunstancias, acabará sometiéndose a una de estas intervenciones apropiándose de ella un sentimiento de culpa de catastróficas consecuencias.
-Regreso a Moira (Mateo Gil): el protagonista de esta historia es un hombre maduro que regresa al pueblo en el que vivió su juventud atormentado por los remordimientos que le causan sus recuerdos sobre la relación que mantuvo entonces con una joven a la que se acusó de brujería.
-Adivina quien soy (Enrique Urbizu): el mundo interior de una niña está poblado por los míticos monstruos que ha visto en las películas y ha leido en las novelas, pero puede que esté empezando a confundir a esos monstruos con otros mucho mas reales.
-Cuento de navidad (Paco Plaza): una ladrona de bancos cae en las garras de un grupo de niños que deciden sacar partido de la situación, aunque no se den cuenta de que juegan con fuego.

Estas podrían ser las storylines de las peliculas y, así leidas, no suenan mal. Desgraciadamente y como ocurre con Masters of horror (sobretodo con la segunda horrible temporada), el resultado acaba dejando que desear.
En muchos de los foros en los que he entrado se tilda a la serie de Peliculas para dormir, y salvando el gracejo de dicha expresión lo cierto es que da en el clavo. La principal pega de estas películas está en su ritmo. Aunque todas ellas tienen un metraje inferior a la hora y cuarto, la mayoría se hacen largas, se arrastran hacia sus respectivos desenlaces. Es posible que el cine americano de terror, sobretodo el actual, nos haya acostumbrado a un ritmo más rápdo pero lo cierto es que estas Peliculas para no dormir dinamitan su propio potencial haciendo que pidamos la hora cuando apenas van por la mitad.
Sería injusto hablar de todas ellas como si de una sola se tratara, pues no hay comparación posible entre la película de Alex de la Iglesia con la de Narciso Ibañez o con la de Enrique Urbizu.
Aunque todos los directores han sabido imprimir su sello y la calidad técnica es indudable en todas ellas, la artística se resiente en algunos de los episodios, con actores que no parecen estar en su mejor momento o con niños a los que la interpretación les viene grande. Lo mismo ocurre con los guiones, pues no se le puede sacar el mismo partido a la historia de Urbizu que a la de Balagueró.
El resultado final es que vale la pena echarles un ojo pero que, puestos a seguir adelante con una nueva temporada (por así decirlo), sería interesante cuidar más las historias y no partir de una anécdota y alargarla para que ocupe una hora y pico. No podemos transformar el plano de Juan Jose Ballesta subiendo una cuesta o el del travellin hacia una ventana en un recurso narrativo en constante repetición porque, pierde toda su expresividad siniestra y acaba en el territorio del cachondeo al estilo El informal. Tampoco podemos (sobretodo teniendo en cuenta que solo son 6 películas las que componen el conjunto) recopilar seis historias en las que tres parten de que el protagonista se muda al lugar equivocado, dos tocan el escabroso tema de los abortos y dos más estan protagonizadas por niños (de hecho tres).
Necesitamos más variedad y más riesgo. El talento está ahí; se ve en cada plano y hasta en algunos hallazgos de guión. También en algunos actores (impagable la comercial psicópata de Para entrar a vivir).
Aunque solo sea por haber conseguido que Narciso Ibañez haya vuelto a ponerse detras de una cámara ha valido la pena (y eso que su trabajo no está a la altura de sus películas anteriores, como él mismo sospechaba que sucedería) y hay que intentar continuarlo.

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