sábado, abril 17, 2010

ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS; Fan service de la mano de Tim Burton


De acuerdo, admito que cuando hace ya algunos meses vi algunas de las imágenes que iban apareciendo en Internet sobre la película, me lo empecé a oler y eso probablemente me predispusiera. Me refiero a la omnipresencia en carteles y fotos promocionales del jeto de Johny Depp caracterizado como el Sombrerero Loco y, también por supuesto, a esa frikada de hacer de Helena Bonham Carter una cabezona de fiestas regionales con toque drag-queen a la hora de encarnar el personaje de la Reina de Corazones.
Pero bueno, es Tim Burton, eso es innegable.
Pero ¿qué hay más allá de esa obviedad en “Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton”? Quiero decir que, a parte de que las películas del señor Burton sigan contando con esa impronta personal que le caracteriza, ¿hay algo en el film que lo haga merecedor de no caer en el olvido inmediato después de haber sido visionado?
Cualquiera que me conoce o ha leído mi crítica sobre Avatar sabe que no soy muy fan de dicha película aunque, pese a ello, le reconocí y le sigo reconociendo su indudable capacidad para entretener durante todo su metraje gracias a la simplicidad de su exposición y al magnífico ritmo con el que estaba rodada. Lamentablemente de Alicia no puedo decir ni siquiera eso. Estamos ante un tostón de padre y muy señor mío en el que lo único que se salva es lo de siempre en el cine de Tim Burton; su puesta en escena que el propio autor se encarga de cuidar para que siempre contengan sus repetitivos (ad nauseam) contrastes de colores vivos con sombras y oscuridad (llamémoslo ambiente onírico o de cuento de hadas perverso), las formas espirales y retorcidas en vestimentas, decorados y atrezzo así como las formas angulosas y quebradas en la arquitectura y escenarios, huyendo siempre de las líneas paralelas y ayudando así a ese ambiente infantil-pesadillesco al que tan acostumbrados nos tiene desde sus primeras películas y, muy especialmente, desde que se ganó el título de autor con “Eduardo Manostijeras”.

El que se espere una adaptación de las novelas de Lewis Carroll (Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo) que sepa que la cosa no va por ahí. Esto podría ser un punto a favor si se hubiera tomado en consideración la aproximación que en su día realizó American McGee a este relato en formato de videojuego (Alice), por ejemplo, o si el proyecto no viniera firmado por la major "Walt Disney Pictures" que, como se sabe, está fundamentalmente interesada en que el público infantil pueda asistir a las proyecciones,([un adulto va al cine= una entrada vendida] < [un niño va al cine=2 (o probablemente más) entradas vendidas]).
En consecuencia lo que tenemos hoy en el cine es la utilización de unos personajes sobradamente conocidos por el espectador medio, en un mundo igualmente conocido, rodados con gran derroche presupuestario y firmado por una supuesta figura del medio cinematográfico al servicio de una historieta que entra y sale de las novelas de Lewis Carroll para irnos presentando en pequeños episodios a cada una de esas criaturas y, una vez están todos sobre el tapete, conducirnos a una especie de batalla final a medio camino entre la épica de una producción tipo “El señor de los anillos” y la superación de unos miedos personales para alcanzar la madurez tipo “Harry Potter”. Eh, pero eso sí, todo muy Tim Burton.

Hace poco, leyendo un artículo sobre la producción de videojuegos me llamó la atención un concepto que no había oído nunca antes: Fan service. Para los que no sepan de qué se trata les explicaré que reciben este nombre las concesiones que los responsables de un determinado producto audiovisual realizan para mantener contentos a sus fans, ya sean directos (del propio producto, del autor, de la licencia,...) o indirectos (más violencia o más desnudos en una historia en la que no viene a cuento). Este concepto explica por qué muchas heroínas de juegos de acción en lugar de ir armadas hasta los dientes y con una armadura de kevlar lucen tan solo una camiseta y unos shorts y después de liquidar a un ejército con una cuchilla retráctil en el brazo saltan y bailan en un montaje de planos que no se olvida de enfocar constantemente un escote generoso. También explica el por qué las películas de Woody Allen tienen como protagonista en muchas ocasiones al propio Woody Allen a pesar de que los personajes interpretados ya no casen demasiado con su edad o que, cuando no interpreta al protagonista, tenga igualmente las mejores frases y los momentos más inolvidables. Sencillamente los fans lo esperan así y les decepciona que no sea así. Nadie quiere que sea Owen Wilson quien pronuncie las palabras que el propio Allen ha escrito pensando en si mismo.
Como veis, del fan service no se libra nadie, ni las superproducciones de Hollywood que seguirán incluyendo inmensas catástrofes porque es lo que el público quiere ver amen de señoritas que cuando no están huyendo de explosiones están limpiando su coche en bikini, ni el cine de autor que ha colocado en nuestro imaginario una serie de tics que son, en definitiva, los que nos mueven a comprar las entradas (las interminables e intrascendentes charlas en las películas de Tarantino, las explosiones de violencia en el cine de Scorsesse, los personajes pesadillescos e inclasificables en el de David Lynch,…).

Pues a esto mismo se ha visto reducida la esperada Alicia de Tim Burton, a un producto fan service donde no faltan ni sus actores fetiche (sobretodo ese cargante Johny Depp al que cada vez soporto menos), ni sus escenarios ahora blanquinegros a rayas y cuadros, ahora coloridos con espirales, sus personajes incomprendidos en una sociedad que ignora o castra al diferente, su humor cartoon, etc… ¿Qué decís? ¿Qué son sellos de autor? El sello por encima de todo diría yo, árboles que no nos dejan ver el bosque porque, sencillamente, no hay bosque; Fan service.

Y llegados a este punto no me queda sino preguntarme cuánto tendremos que esperar para poder ver de nuevo una película de este señor del nivel de “Ed Wood” o incluso de “Eduardo Manostijeras”. ¿Tiene todavía alguna idea interesante que explicar? Siempre he pensado que Kevin Smith se pasó un poco con él cuando le dio por criticarle después de haber liquidado el guión que éste había escrito para el relanzamiento de la saga de Superman pero, por lo que estoy viendo estos últimos años, creo que voy a tener que reconsiderar mi opinión.

4 comentarios:

Dude dijo...

Mira tú por donde que ha tenido que ser Burton el que te sacara del limbo, para regresar a tu humilde blog. Felicidades Burton.

A mi este señor, dejo de maravillarme tras sleppy hollow, charlie estubo bien, pero no de la calidad que suele ser habitual en él, del barbero ni hablamos, el ingles no es muy fuerte y los subtitulos hiban cagando leches, y eso que me la vi recien vuelto de London, con el oido todavia pillao, aun q si, no me termin de conencer.

De esta, no espero nada. Por cierto muy interesante lo de "al servicio de fan". Otra chorrada mas que sumarle al cada vez mas corto viaje del cine a la tumba.

Salu2

Anónimo dijo...

Certeramente triste... y lo mismo diría yo de Kevin Smith, ya que lo mencionas. ¿Será que esperamos demasiado de los que un día nos parecieron 'genios'?

Cuídesemelé, señor padrazo.

Ciutadà K dijo...

Muy acertada su crítica, ¡sí señor!... y de acuerdo con que desde Sleepy Hollow que no levanta cabeza ... al menos mantengamos la esperanza de que algún día resurgirá...

Que sepa usted que voy entrando de forma habitual en 'su casa', esperando sus críticas....

no se demore tanto, ¡leñe!
Gracias

Unknown dijo...

Muy buena tu información!! Demuestra que sabes del tema!! Pienso que Tim hizo muy buen trabajo! Es muy su estilo! A mí me encanta cómo transformó a la Reina de corazones!! Hizo un muy buen personaje!